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Evaluación contextualizada

Lo primero que habría que tener claro respecto a la evaluación es que ésta forma parte de un contexto. Por lo tanto, forma parte de un proceso y mantiene vínculos con los demás elementos que componen un sistema, en este caso, el sistema escolar.

Entendemos la evaluación como una posibilidad de vinculación con la realidad del estudiante y su entorno socio-cultural y, desde ese contexto, promover el desarrollo de horizontes culturales más ricos y plenos en significatividad para los estudiantes.

La evaluación, por tanto, no sólo se funda en instrumentos, sino que también considera el contexto del alumno y debería permitir, a su vez, advertir el grado de apropiación y valoración de su entorno como soporte y parámetro, en relación a ámbitos culturales distintos.

Más claro aún: un alumno o alumna que proviene de un sector socio-cultural determinado, debe tener como referente este mismo contexto para, desde él, dirigirse a nuevas dimensiones de la realidad que le ofrece el conocimiento especializado y los posibles aportes de sus pares y de su profesor(a) Hace referencia a los diversos aspectos que pueden afectar el proceso de evaluación y que deben, a su vez, estar en consonancia con la misma: práctica docente, currículo, centro, aula, familia, etc.

Es contextualizada porque las decisiones sobre la evaluación tiene que estar integrada en los proyectos de aula, partiendo de la realidad específica de cada grupo. Considera todo lo relacionado con el ambiente que rodea al estudiante: el hogar, el centro educativo y la comunidad.

¿Qué es? ¿A qué se refiere? 

La evaluación contextualizada es un tipo de evaluación auténtica porque se dirige audiencias reales; es integradora pues permite evaluar conocimientos, destrezas y actitudes simultáneamente provocando el pensamiento crítico. Este tipo de evaluaciones puede ser individual o grupal, puede realizarse de manera presencial o puede desarrollarse a distancia o en  casa; aunque, en uno y otro caso deberá hacerse las precisiones sobre las expectativas y los requisitos necesarios.

 

 

Su estructura es: 

  • Objetivos: deben constar los objetivos que se evidenciarán al realizar esta evaluación y que se plantearon al planificar la unidad didáctica o módulo.

  • Introducción: inicia con el planteamiento de una situación hipotética o real o CONTEXTO en el que el estudiante debe ubicarse. Señala con claridad cuál es la TAREA o producto final esperado y una AUDIENCIA o un destinatario final de dicho producto. Es definitivamente mejor si la situación a partir de la cual surge esta evaluación es problema identificado en su propia comunidad.

  • Procedimiento: son los pasos sistemáticos y progresivos que el o los evaluados deberán seguir para la consecución exitosa de la evaluación.

  • Evaluación: son los criterios, específicos y puntajes que se otorgarán para cada uno de los aspectos del producto final. Si es grupal deberá incluir un puntaje individual y otro por el producto del equipo así como por el funcionamiento del equipo como tal. Es común que dentro de esta parte conste una rúbrica o matriz. 

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